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Resumen del taller de filtros verdes

11 | 08 | 2017

Hola! Como ejemplo de algunas de las cosas que vamos moviendo por aquí, os ofrecemos un extracto del Taller de Filtros Verdes que Teddy, un compañero de la Red Ibérica de Ecoaldeas, nos ofreció en El Calabacino. Sirva a modo de primera entrega del "retorno colectivo" que este proyecto que sostenéis se ha comprometido a devolveros a cambio de vuestra ayuda. Esperamos que os pueda ser de utilidad o inspiración.

En primer lugar, unos esbozos de la parte teórica que sustenta la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo y de gestión de aguas negras. Teddy nos ofreció unas imágenes de satélite donde se ve cómo el vertido de radioactividad de Fukushima se extendía por todo el Océano Pacífico, arrastrado por las corrientes marinas. También unos gráficos que muestran la existencia de cinco enormes islas de basura flotante o en suspensión en los principales océanos, afectando a toda la cadena trófica y, en última instancia, a nosotros mismos, que estamos empezando a comernos el plástico que vertemos al mar, y comen los peces que nos comemos, etc. También una muestra de la indirecta exportación de agua de los acuíferos agonizantes de Murcia hacia la húmeda Europa del norte a través de los tomates de invernadero. No abundaremos más para no deprimir a la audiencia, pero datos hay de sobra a vuestro alcance.

En segundo lugar, bajando a lo práctico, para una gestión ecológica de nuestras aguas negras, lo mejor es separar, mediante váteres secos, las heces y orines del resto de aguas grises (fregadero, lavadora, ducha...). En un váter seco, se separan, a su vez, los orines y las heces sólidas para su correcta compostación con paja, hojas secas, serrín, ceniza, o una mezcla de todo ello. Los orines se desvían para que su mezcla no produzca malos olores. Los restos de compós, después de un año o dos de maduración, deberían ser aptos para abonar, al menos, los frutales, pues pueden resultar demasiado ácidos para la huerta, a no ser que se mezclen con otros.

En tercer lugar, para la gestión de aguas grises, la propuesta es crear tres estanques o bañeras consecutivos, los dos primeros con capas horizontales de arena, gravilla y grava, en orden descendente, y el tercero con esas mismas capas en vertical, de mayor a menor según donde llegue el agua desde el segundo. En esas bañeras se ponen plantas como lirios de agua, juncos, papiro, nenúfares, etc. que serán las indicadoras del correcto funcionamiento del sistema.

Antes de llegar al filtro, conviene asegurarse de que el agua llega lo más limpia posible a través de una trama de separación de residuos sólidos (básicamente, sobras de comida compostables) y de una trampa de grasa, que es lo que vamos a ilustrar con fotos.

Es un modelo sencillo, a partir de dos espuertas recicladas, una dentro de otra. en la de dentro, ponemos el carbón y hacemos agujeros abajo para que pase el agua filtrada y salga por la tubería. El agua pasará a través del carbón vegetal, que atrapará las grasas. Cuando el carbón esté saturado, se cambia por otro nuevo, y el viejo se puede dejar secar y moler para incorporarlo al compós o para usarlo en el váter seco para tapar las heces, junto con las hojas, paja, serrín o cenizas que se suelen utilizar al efecto.

 

 

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