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Algo que nadie te puede quitar
15 | 12 | 2012
Siempre hay días de esos en los que hubieras preferido no levantarte, o todavía mejor, seguir durmiendo plácidamente hasta el día siguiente.
Ayer fue uno de ellos. Recuperándome de dos costillas fracturadas, un resfriado importante y en plena campaña de Ecovamos en Goteo, inquieta por no haber llegado todavía al 30% y algo mareada con la disparidad de respuestas recibidas: desde un "Vas a tener mucho éxito, me da muy buena vibra" a un "No voy a difundir esto", lo único que quería era llegar a mi casa, prepararme una cenita e irme a dormir.
De camino de vuelta a casa decidí pasarme por La Fireta, una feria de artesanía donde dos amigas mías tienen un puesto este fin de semana.
Suele ocurrir en esos días que, cuando tu motivación flojea y empiezas a pensar "¿Por qué me meteré en semejantes berenjenales? Quizá debería quedarme quietecita un rato" aparece algo o alguien que te recuerda el "Porqué".
Y ayer apareció Concha, una mujer artista y libre pensadora, de esas personas que, cuando entran en un lugar, brillan con una luz especial y no puedes evitar verlas. Hablamos dos minutos, los suficientes para recordarme uno de los motivos por los que creé Ecovamos: contribuir al máximo en la difusión de valores como la autenticidad y la libertad de ser.
Una de las muchas definiciones de autenticidad es “transparencia emocional y de conducta; calidad de ser genuino y fiable”. Esto aplicado a tu conducta hacia los demás, pero también, y muy importante, hacia ti misma porque ¿cuántas veces somos nobles y mantenemos promesas hacia los demás pero cuántas otras nos traicionamos a nosotras mismas?
Lo he experimentado en mis propias carnes, es la diferencia entre sentirte atrapada en una máscara que te aprisiona y la serenidad de sentirte satisfecha con ser quien eres, en tu esfera pública y en la privada.
Esto no significa ni que debas ser perfecta (la rigidez no es buena compañera de la evolución) ni que de repente tu vida sea de color de rosa y no atravieses dificultades; eso sí, cuando te levantas, te levantas mucho más fuerte.
La fortaleza interior, la serenidad que sientes como consecuencia de averiguar cuáles son tus valores esenciales e intentar aplicarlos a todas las areas de tu vida, es una fortaleza que nadie te puede quitar, porque tu pensamiento y tu nobleza son tuyos, a no ser que tú decidas darlos.
¿Y todo esto qué tiene que ver con Ecovamos? Ecovamos surgió por la necesidad de seguir aprendiendo, sobre mí y sobre los demás. Estaba en un momento donde intuía hacia dónde tenía que ir pero necesitaba saber de las experiencias de otras personas y aprender formas de hacer las cosas distintas de las que yo había experimentado hasta entonces.
Y la satisfacción está siendo tal, que me encantaría que más personas pudieran tener esa misma oportunidad, que cualquiera que tenga la inquietud de aprender sobre formas de vivir respetuosas con el entorno y con todos los seres que habitan en él (insisto, incluyéndote a ti misma) pueda encontrar en Ecovamos las herramientas y los recursos para hacerlo.
Porque las personas somos incapaces de destruir aquello que verdaderamente amamos, y sólo se puede llegar a amar a través del verdadero conocimiento.
Y Ecovamos en realidad va sobre eso, sobre el Amor, con mayúculas.
María José
goteo.org/project/ecovamos
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